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La próxima definición de la mesa directiva de la Cámara de Diputados y Diputadas de Chile, fijada para el 15 de abril, está envuelta en una férrea controversia entre el Partido Comunista (PC) y el Partido de la Gente (PDG). Ambas agrupaciones mantienen posturas inflexibles respecto a quién debe liderar la Corporación en el próximo período.
En un intento por acercar posiciones, Luis Cuello, diputado y jefe de bancada del PC, ha liderado gestiones para establecer acuerdos con el PDG. Sin embargo, los diputados comunistas insisten en la aplicación del pacto administrativo original firmado en marzo del 2022, el cual otorga al PC la presidencia de la mesa directiva este año.
Este pacto, que estipulaba seis presidencias de ocho meses cada una, fue motivo de discordia desde su creación. En el segundo período, correspondiente al PC, la oposición y partes firmantes del acuerdo cuestionaron la representatividad de Karol Cariola, lo que llevó al ascenso del Partido Liberal. Situaciones similares ocurrieron en ciclos posteriores, generando tensiones y disputas entre las distintas fuerzas políticas.
Desde el PC, liderado por Lautaro Carmona, se advierte contra los "vetos políticos" y se aboga por liderar la Corporación por primera vez en su historia. Sin embargo, el senador Daniel Núñez instó a convocar la presión ciudadana para avanzar en las reformas del Gobierno, lo que fue interpretado como un intento de imponer decisiones por la fuerza desde la derecha.
El diputado Boris Barrera del PC reafimó la necesidad de respetar el acuerdo administrativo, defendiendo el derecho democrático de su partido a ocupar cargos dentro del Congreso. Además, ha criticado interpretaciones "antojadizas" de sus declaraciones, señalando la antidemocracia de ciertos sectores políticos.
Ante la encrucijada actual, algunos parlamentarios del Socialismo Democrático han propuesto postergar el turno del PC y ratificar el acuerdo original con el PDG como una posible solución.
Por su parte, representantes del PDG, como el diputado Rubén Oyarzo, han llamado a la izquierda a reflexionar y respetar el pacto administrativo, subrayando la importancia de evitar una crisis política dentro del oficialismo.
Sin embargo, el diputado Daniel Manouchehri del PS reiteró su compromiso con el PC, afirmando que no está en debate cambiar la presidencia según nombres o partidos, sino cumplir con el acuerdo establecido.
Mientras tanto, desde la oposición se lideran negociaciones con el centro político y diputados no alineados para aprovechar el escenario en su favor, buscando construir una amplia alianza opositora y conquistar votos de otras agrupaciones, como la Democracia Cristiana.
En contraste, el diputado de Renovación Nacional, Diego Schalper, hizo un llamado a la unidad por el cambio dentro de la Cámara de Diputados, instando a todas las oposiciones a trabajar juntas como un contrapeso. Schalper destacó la importancia de la postura de la Democracia Cristiana (PDC) y el Partido de la Gente (PDG) en esta situación, enfatizando la responsabilidad que tienen hacia sus votantes y el país.
Por otro lado, el diputado republicano, Benjamín Moreno, expresó su desinterés en el tema, señalando que su preocupación radica en evitar que un comunista asuma la presidencia de la Cámara. Moreno argumentó que teme que esto obstaculice las reformas de seguridad y otros cambios que la ciudadanía demanda.
Detalles sobre las comunicaciones entre la ministra del Interior, Carolina Tohá, y el ex subsecretario Manuel Monsalve complican su posición en la investigación.
El diputado se aparta del partido tras el allanamiento de su oficina y hogar, en el contexto de indagaciones relacionadas con la gestión de su esposa, Cathy Barriga, exalcaldesa de Maipú.