La Corte de Apelaciones de Talca acogió un recurso de nulidad y decretó la absolución de una mujer acusada como autora del parricidio de su exconviviente, hecho perpetrado en julio de 2020, en la comuna de Colbún, Región del Maule. En fallo unánime, el tribunal anuló la sentencia del tribunal de Linares, al establecer que la acusada actuó en legítima defensa propia, tal como lo establece el artículo 10 del Código Penal. De acuerdo al fallo, la mujer, ante la persistente agresión de su exconviviente, llamó tres veces por teléfono a Carabineros en busca de protección, sin obtener resultados positivos, debido a que el sujeto logró evadir el actuar policial. Estando ella al interior de la casa, el hombre apedreó la vivienda e incluso intentó incendiarla lanzando una bomba molotov. Enfrentada a una nueva agresión, la mujer siguió al sujeto a su domicilio, sabiendo que este contaba con una escopeta para cazar, puesto que la golpeó con ella en otra ocasión. Allí discutieron, forcejearon y en ese momento la mujer utilizó un cuchillo para defenderse y así dio muerte a su agresor. En esas circunstancias es posible concluir que el uso de un cuchillo para defenderse constituye un medio idóneo y racional, en los términos exigidos por la norma, teniendo en cuenta que se trata de un caso de violencia contra la mujer persistente y las capacidades reales de defensa con que ella contaba, explica el fallo absolutorio. Agrega que en ningún momento existió algún tipo de provocación de parte de la sentenciada para ser objeto de las constantes agresiones por parte de su exconviviente, por lo que concurre igualmente la tercera exigencia legal para configurar la eximente de responsabilidad de legítima defensa propia.
La Corte de Apelaciones de Talca acogió un recurso de nulidad y decretó la absolución de una mujer acusada como autora del parricidio de su exconviviente, hecho perpetrado en julio de 2020, en la comuna de Colbún, Región del Maule. En fallo unánime, el tribunal anuló la sentencia del tribunal de Linares, al establecer que la acusada actuó en legítima defensa propia, tal como lo establece el artículo 10 del Código Penal. De acuerdo al fallo, la mujer, ante la persistente agresión de su exconviviente, llamó tres veces por teléfono a Carabineros en busca de protección, sin obtener resultados positivos, debido a que el sujeto logró evadir el actuar policial. Estando ella al interior de la casa, el hombre apedreó la vivienda e incluso intentó incendiarla lanzando una bomba molotov. Enfrentada a una nueva agresión, la mujer siguió al sujeto a su domicilio, sabiendo que este contaba con una escopeta para cazar, puesto que la golpeó con ella en otra ocasión. Allí discutieron, forcejearon y en ese momento la mujer utilizó un cuchillo para defenderse y así dio muerte a su agresor. En esas circunstancias es posible concluir que el uso de un cuchillo para defenderse constituye un medio idóneo y racional, en los términos exigidos por la norma, teniendo en cuenta que se trata de un caso de violencia contra la mujer persistente y las capacidades reales de defensa con que ella contaba, explica el fallo absolutorio. Agrega que en ningún momento existió algún tipo de provocación de parte de la sentenciada para ser objeto de las constantes agresiones por parte de su exconviviente, por lo que concurre igualmente la tercera exigencia legal para configurar la eximente de responsabilidad de legítima defensa propia.
