Sólo el fin de semana retiraron más de sesenta aves muertas desde el borde costero de Puerto Natales, la mayoría cisnes de cuello negro. La comunidad lamenta la pérdida de los cisnes emblemáticos de la costanera natalina y obliga a reforzar las medidas para evitar que el virus de la gripe aviar se propague a otras especies.
La disposición final de las aves muertas es un problema aún porque no se pueden dejar en el vertedero y un sitio recomendado por la autoridad sanitaria finalmente no sirvió.
Aves enfermas pueden presentar problemas para desplazarse o levantar vuelo. Si las ve así o las encuentra muertas, no las toque y avise al Sag. Quienes críen aves deben mantenerlas encerradas y bajo techo.
Con información de ITV
La abogada Paula Vial asegura que la denunciante consumió medicamentos días antes del examen.
Detectives del Cibercrimen hallaron material ilegal en dispositivos de un funcionario policial.