el lunes pasado a las 17:35
Luego de 24 años de silencio, un hombre de Osorno, en la Región de Los Lagos, decidió confesar a su hija menor el asesinato de su esposa en 1998, a quien dieron por desaparecida desde ese entonces.
La hija decidió contar lo sucedido con su madre a la Policía de Investigaciones (PDI), cuyos efectivos se trasladaron hasta un recinto deportivo, ubicado fuera del radio urbano, para ubicar los restos de la víctima.
Fue así como, en una caballeriza, los detectives encontraron osamentas y vestimentas, que corresponderían a la mujer víctima del femicidio. En su confesión, el hombre también dio a conocer el lugar exacto donde había enterrado el cuerpo.
La identidad del cuerpo y sus causas de muerte deberán ser informados por los peritajes del Servicio Médico Legal (SML).
La mujer tenía 31 años al momento del crimen. "Este señor durante todos estos años les contó a sus hijos que su madre había huido del hogar y los había abandonado como familia. Ellos se quedaron con esa idea, aunque cada cierto tiempo tenían dudas de esa historia", relató a LUN. el subprefecto Jaime Quiroz, jefe de la Brigada de Homicidios de la PDI de Osorno.
El hombre se encontraría en un delicado estado de salud y, de acuerdo a la PDI, habría dudas sobre su proceso judicial, por una posible prescripción del delito.
La mayor concentración de inmigrantes internacionales se ubica en la Región Metropolitana, con un 60%, seguida de Antofagasta, con un 7,7%; y Valparaíso, con 6,3%.
El tribunal consideró que el amparo no era la vía adecuada y criticó una afectación al debido proceso.