Cabizbajo y en silencio llegó al Cuartel de la PDI de Borgoño, Rodrigo Rojas, el cuestionado constituyente que ha estado en el ojo del huracán luego de que, una entrevista del diario La Tercera dejara en evidencia que no tenía cáncer.
La PDI le preguntó sobre su diagnóstico de salud y los eventos que realizó para recaudar dinero para un tratamiento de cáncer que nunca tuvo. Rodrigo Rojas estuvo por más de 3 horas y media prestando declaraciones en la investigación destinada a aclarar si cometió el delito de perjurio. Se retiró sin hablar con la prensa y sigue en su período de 2 semanas con licencia médica, lo que le permite ausentarse de las sesiones de la Convención Constituyente.
Su abobado defensor, Tomás Ramírez, dijo que vio a su representado preocupado por los efectos que esto ha tenido en muchas personas. Agregó que “la entrega de la información médica con cierto detalle y su presencia para declarar, tienen como objetivo no solo aclarar la situación, sino que sobre todo expresar a la opinión pública qué es lo que ha estado sucediendo, cuál es su versión, cuáles son los documentos que acreditan lo que él señala para que exista una detención del dolor que se ha ido generando”.
La mesa directiva de la Convención Constitucional, integrada por Elisa Loncon y Jaime Bassa, lo denunció ante el Ministerio Público por la declaración de Patrimonio e Intereses, en que Rodrigo Rojas describía una deuda de 27 millones de pesos con el Banco Scotiabank por un tratamiento contra el cáncer, al que nunca se sometió.
Según el abogado Tomás Ramírez, las próximas diligencias serán contactar a profesionales médicos para que elaboren un diagnóstico certero. Agregó que –a su juicio- no hay delito sino sólo una falta administrativa.
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