La comisión encargada de evaluar la acusación constitucional contra la ministra del Interior, Carolina Tohá, se encuentra en una jornada de sesiones intensivas, con el objetivo de despachar un informe que determine la procedencia del libelo acusatorio. El presidente de la comisión, Jaime Araya (IND-PPD), defendió la rapidez del proceso, argumentando que “la ciudadanía está cansada de un parlamento que anda a paso de tortuga”.
Ante esto, durante el día se han convocado a más de una veintena de invitados propuestos por la bancada del Partido Republicano, los impulsores de la acusación. La defensa de Tohá ingresó ayer, donde se señalaron “imprecisiones, deformaciones y generalizaciones” en el libelo. La comisión tiene un plazo de seis días para elaborar su informe desde que se recibió la contestación.
Asimismo, Araya se comprometió a actuar con transparencia y rectitud, a pesar de las críticas del Partido Republicano, que sostiene que los invitados fueron citados con poca antelación y que el proceso debe tomar el tiempo necesario. El diputado Luis Sánchez (Republicano) destacó la importancia de la crisis de seguridad en el país, instando a la comisión a no apresurarse y a funcionar de manera independiente.
Por su parte, la presidenta de la Cámara de Diputados, Karol Cariola (PC), aseguró que los presidentes de las comisiones tienen la potestad de definir sus jornadas de trabajo, y subrayó que si es necesario, se organizarán sesiones especiales para asegurar un avance efectivo en el trabajo legislativo. “Lo que no queremos es quitarle tiempo al trabajo legislativo, considerando que hay que compatibilizar ambas cosas”, concluyó Cariola.
Entre ellos, se encuentran mensajes de WhatsApp que cuestionan las declaraciones públicas de la diputada Catalina Pérez (RD), quien ha negado conocer los detalles del acuerdo.
Además, el presidente Boric y el subsecretario Cordero defendieron el actuar del Gobierno, mientras que la familia de la denunciante expresó su preocupación por la demora en la formalización.