Paulina tenía programada una cesárea el 3 de febrero a las 20.30 horas, en el Hospital de la Mujer del Sanatorio Alemán. Pero días antes, acudió -de urgencia- por una complicación. Y a pesar de que detectaron que su bebé tenía latidos débiles, la enviaron de regreso a su casa, con reposo. El día de la cesárea, nuevamente, las matronas notaron problemas con los latidos, pero el médico de cabecera no estaba en la clínica. A pesar de la urgencia, el parto se realizó recién a las 7:20 de la tarde. Su hija ya había fallecido. Ahora, Paulina y su esposo exigen justicia. Presentaron una querella por negligencia médica contra el Sanatorio Alemán.
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El Presidente se pronunció en el Hospital Clínico de la Universidad de Chile, donde nació su primogénita el miércoles 25 de junio.