Viviana Herskovic, presidenta de la Asociación Médica de Clínica Las Condes, renunció luego del escándalo generado por Alejandro Gil, presidente de CLC, que exigió a dos enfermeras que le aplicaran una tercera dosis de la vacuna contra el covid-19.
De acuerdo a las declaraciones de las enfermeras del vacunatorio de la propia clínica, Alejandro Gil las obligó a aplicar la vacuna, pese a que el Ministerio de Salud aún no autoriza una tercera dosis. Todo ocurrió el sábado 3 de julio, cuando acudió al punto de vacunación, acompañado de la gerenta de Enfermería, que solicitó a las dos enfermeras que le aplicaran la vacuna Pzifer. Pero Alejandro Gil ya tenía las 2 dosis de la vacuna de Sinovac.
El presidente de CLC “toma asiento en el box, pasando por alto la espera de pacientes ingresados previamente”, según el relato de las funcionarias. Agregaron que, a pesar de la advertencia, él insistió en ser vacunado.
A través de una carta Viviana Herskovic anunció su renuncia y afirmó que: “parece que los límites éticos no son suficientes y el miedo ha hecho que la línea de lo tolerable se desplace con los días".
Esta es la segunda renuncia en la Clínica Las Condes, porque –este miércoles- después de enviar un informe del caso al Programa Nacional de Inmunizaciones, la jefa de Servicios Ambulatorios, Leticia Ortiz presentó su renuncia.
La propia Clínica, decidió presentar una autodenuncia ante la Seremi de Salud Metropolitana. La autoridad sanitaria inició un sumario para determinar las responsabilidades en la aplicación de la tercera dosis de la vacuna contra el covid-19.
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